martes, 18 de junio de 2013

Cómo evitar darnos caprichos

Fuente de la foto: Flickr

Ciertamente, no todo el mundo engorda por una misma razón. El sedentarismo, tomar raciones demasiado grandes y esos pequeños caprichos que nos damos, se cuentan entre las razones principales de esos kilos de más en forma de grasa. ¿Cómo podremos evitar esos fallos de voluntad que hacen que no podamos decirle que no a una tableta de chocolate?

El problema de las dietas, es que en mucha gente generan ansiedad. Cuando no podemos utilizar las manos es cuando más nos apetece rascarnos la nariz, al igual que cuando estamos a dieta (sobre todo cuando la empezamos) es cuando más nos apetecen los alimentos de escaso valor nutricional. Yo no soy una excepción y aunque no me apetece comer más que antes comer chocolate o queso, sigue apeteciéndome igual y a veces lo paso mal por tener que controlarme.

Lo importante para controlar estos episodios de debilidad, es enseñarnos a nosotros mismos a comer lo que nos gusta en pequeñas cantidades. Al principio de ponernos a dieta, no vamos a empezar a llenar la despensa de cosas de picar hipercalóricas, porque es al principio cuando la voluntad más desfallece, pero eventualmente podemos empezar a introducir algunas cosas que nos gustan y aprender a darnos pequeños caprichos. Mientras tanto, algo que podéis hacer es daros una pauta de cuánto podéis comer de ese tipo de alimentos, un adulto a dieta no debería tomar dulces más de una vez por semana, así que simplemente daos un pequeño capricho de modo que si un sábado por la tarde os apetece tomar un croissant en una cafetería, hacedlo. Mejor eso que ir el lunes al supermercado y comprarse una bolsa entera.

Pensad que nuestra intención no es (sólo) perder peso, sino cambiar de hábitos para llevar una vida más sana, y dándonos pequeños caprichos eventuales aprendemos a fortalecer nuestra voluntad, lo cual es la garantía de éxito de toda dieta.

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